En primer lugar los exportadores deben declarar al Director General de Aduanas de la naturaleza de las mercancías, así como la cantidad, precio, y cualquier otra información necesaria. Un permiso de exportación también debe ser obtenido después de la exploración física necesaria.
Mercancías para la exportación deben ser llevados a la aduana (Hozei) zona o un lugar especialmente autorizados para el almacenamiento. El exportador o su representante (conocido como un agente de aduanas) prepara una declaración de exportación que describe la naturaleza, cantidad y valor de los bienes a exportar. Esta declaración va acompañada de facturas y otros documentos de apoyo y, si es requerido por las leyes y reglamentos japoneses que no sea la Ley de Aduanas (en lo sucesivo como "otras leyes y reglamentos"), por otros documentos, como permisos, autorizaciones o licencias ( , por ejemplo, la exportación de materiales estratégicamente sensibles bajo el control del Ministerio de Economía, Comercio e Industria).
La declaración de exportación presentada se comprueba con las facturas y otros documentos de apoyo en la Aduana.
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