Con el fuerte apoyo del gobierno, los minoristas japoneses se están embarcando en un cambio hacia pagos sin efectivo y el número de diferentes servicios de pago móvil está creciendo rápidamente.
La velocidad del cambio es tal que es imposible dar más que una instantánea de lo que está sucediendo actualmente, pero claramente todos los minoristas principales están interesados en tomar parte de la acción, forjando sus propios ecosistemas de compras y, en muchos casos aprovechando los esquemas de puntos de fidelidad existentes para construir y compartir rápidamente.
Con tantas opciones, la carrera está lista para convencer a los consumidores de que un sistema es mejor que los otros, lo que deja a las marcas y otros minoristas luchando para determinar qué esquemas adoptar. Si bien el uso de efectivo puede disminuir, las familias aún mantienen un promedio de ¥ 830,000 en efectivo por debajo del futón (8% del PIB en total).
Extraído de Japan Consuming
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