NUEVA YORK - Durante una ceremonia de firma del acuerdo comercial entre Estados Unidos y Japón el miércoles, el presidente Donald Trump invitó a miembros de organizaciones agrícolas a la sala del InterContinental New York Barclay para presenciar su logro.
"Esta es una gran victoria para los agricultores, ganaderos y productores estadounidenses", dijo. "Y eso es muy importante para mí".
El sector agrícola de Estados Unidos ha estado tambaleándose bajo la guerra comercial con China, especialmente después de que Beijing detuviera las compras de productos agrícolas en agosto. Trump tenía hambre de una victoria. Y el primer ministro japonés, Shinzo Abe, lo sabía.
Una inminente elección presidencial y la guerra comercial con China impulsaron a Trump a alcanzar un acuerdo comercial parcial dentro de seis cortos meses desde que las negociaciones se pusieron en marcha.
La clave del acuerdo fue que Japón acordó reducir gradualmente el impuesto sobre la carne de res estadounidense al 9% del actual 38.5%, igualando la tasa objetivo bajo el comercio de la Asociación Transpacífica que Washington dejó.
Hace apenas un mes, los dos países estaban en desacuerdo, y Estados Unidos presionó por una mayor liberalización del mercado de lo que Japón acordó bajo el TPP.
Toshimitsu Motegi, entonces negociador principal de Japón y ahora canciller, se mantuvo firme. "Ustedes son los que quieren un acuerdo rápido. Solo estoy ofreciendo cosas que puedo cumplir", dijo Motegi al representante comercial de Estados Unidos, Robert Lighthizer.
La situación cambió el último día de las conversaciones el 23 de agosto, cuando China anunció aranceles adicionales sobre $ 75 mil millones de bienes estadounidenses . Después de consultar con Trump, Lighthizer retiró las demandas de un contingente arancelario bajo para productos lácteos y otros productos que exceda los términos acordados bajo el TPP. Las dos partes llegaron rápidamente a un acuerdo amplio.
Abe y Trump se reunieron al margen de la cumbre del Grupo de los Siete en Francia dos días después. En una conversación que siguió, Trump dijo que estaba satisfecho con los resultados y que quería firmar el acuerdo.
"Shinzo, ¿te importa si hablo de la compra de maíz?" Trump le preguntó a Abe. El líder estadounidense estaba ansioso por anunciar la compra a gran escala a los periodistas.
El líder japonés había acordado importar maíz estadounidense por separado del acuerdo comercial. Muchos productores de maíz estadounidenses también cultivan soja, que se ha visto muy afectada por los aranceles chinos. Los envíos de maíz a Japón podrían ayudar a aliviar su difícil situación.
En abril de 2018, Abe propuso un nuevo marco para las negociaciones comerciales, durante una cumbre con Trump. Originalmente esperaba usarlo para convencer a los Estados Unidos de unirse al TPP, pero cambió su enfoque a un acuerdo comercial bilateral para preservar su relación con Trump.
Acordaron que septiembre comenzaría formalmente las negociaciones, y las conversaciones a nivel de gabinete comenzaron este abril. Japón quería al menos evitar aranceles altos y una cuota para automóviles, y evitar liberalizar los productos agrícolas más de lo que lo hizo bajo el TPP.
Los fabricantes de automóviles de Japón sufrirían mucho de un arancel adicional de EE. UU., Que Trump había amenazado en mayo. Según las estimaciones del sector privado, un impuesto del 25% podría costar a Toyota Motor y otros grandes jugadores japoneses hasta 500 mil millones de yenes ($ 4,64 mil millones). El gobierno japonés ha estado trabajando con fabricantes de automóviles detrás de escena para proteger sus intereses.
El acuerdo firmado el miércoles le dio a Trump la victoria agrícola que buscaba, al tiempo que aplazó las tarifas automotrices adicionales que temía el lado japonés. Abe describió el acuerdo como un "ganar-ganar". Pero el acuerdo elaborado a toda prisa deja muchas diferencias sin resolver, con Trump ya señalando para conversaciones adicionales.
La conversación sobre el comercio está lejos de terminar. "En un futuro bastante cercano vamos a tener muchos más acuerdos muy completos firmados con Japón", dijo Trump el miércoles. Lighthizer dijo que las negociaciones comerciales podrían entrar en una segunda ronda tan pronto como la primavera.
Estados Unidos ha apuntado al sector de servicios y las barreras no arancelarias de Japón, impulsando reformas en los precios de los medicamentos y la apertura de las industrias financieras y de telecomunicaciones de Japón.
"En este punto, ciertamente no es nuestra intención, la intención del presidente, hacer algo en autos, en 232s, en Japón", dijo Lighthizer, refiriéndose a la Sección 232 de la Ley de Expansión Comercial de 1962, que otorga al Departamento de Comercio nacional autoridad de seguridad.
Las palabras "en este momento" dejaron en claro que el problema podría volver a ponerse sobre la mesa en el futuro.
Nikkei
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