Según un reporte de la consultora Nielsen de octubre del 2016, el Perú ocupa el segundo lugar en Latinoamérica, detrás de México (59%), con más adeptos a dietas bajas en grasa (49%), la preferencia de los peruanos sigue con la alimentación bajas en azúcar (35%) y en carbohidratos (23%). Sin embargo, de acuerdo con el 67% de los encuestados, sus necesidades dietéticas se encuentran parcialmente cubiertas por los productos ofrecidos en el mercado, mientras que el 23% dice tenerlas totalmente cubiertas y solo el 10% indica que no están siendo satisfechas en lo absoluto.
Este resultado revela las oportunidades para minoristas y fabricantes que se ocupan de ofrecer a los consumidores productos que se ajusten a sus preferencias. En ese sentido, interpretando los datos de Nielsen, existe un nicho de consumidores que busca productos diferentes —más saludables, nutritivos y orgánicos—, que asimilaría rápidamente propuestas como las de Flora y Fauna.
Es así que la empresa Wong peruana vió una oportunidad y opera un supermercado de productos saludables bajo la marca Flora & Fauna en Miraflores, una tienda de aproximadamente 200 metros cuadrados de piso bajo el formato de tienda de conveniencia. En febrero del 2018 esperan abrir su segundo local, con miras a sumar unos 10 al año 2022.
La inversión que se hace por cada local, estima Eliane Wong Seoane (Coordinadora de Marketing), es de S/1’500,000. Su próxima meta es seguir sumando tiendas para crecer con economías de gran escala. Desde que abrieron, estiman que han duplicado a la fecha las ventas del primer año, pero esperan replicar esa cifra en periodos de corto tiempo.
Por el momento, sus planes de crecimiento solo abarcan Lima, pero pronto, conforme el crezca el mercado de los alimentos saludables, orgánicos y nutritivos, así como la preferencia por productos de higiene y limpieza hechos a base de insumos más ecológicos, evaluarán la expansión al interior del país.
En principio, la inversión en los primeros locales será con recursos propios. Más adelante, dependiendo de la acogida del negocio, verán la forma más adecuada de financiar la expansión. Como parte de sus indicadores de éxito, además de las ventas, está ante todo el número de visitas al mes, ya que estos primeros años buscan crecer en el número de personas que llegan a la tienda, con miras a promover el conocimiento de la marca. Esta cifra oscila entre los 6,5000 y 7,000 personas al mes.
Para el abastecimiento de productos, trabajan con alrededor de 300 proveedores, entre los que calculan existen un 50% de pequeños negocios a los que acompañaron en su proceso de formalización o industrialización. “Muchos empezaron en su cocina pero ahora han desarrollado un trabajo más industrializado, incluso en temas de empaque y diseño”.
PROYECTOS EN MENTE
Como todo negocio que se desarrolla en la era de la transformación digital, los Wong esperan a principios del año entrante contar con una plataforma de e-commerce para sus productos. Podrían empezar por teléfono ofreciendo sus productos de forma delivery, pero esperan hacerlo pronto a través de un catálogo online. “Es un proyecto más complejo, que va a tomar algunos meses, pero que será clave”, explica Eliane, consciente de que el consumidor que elige productos más sanos para su alimentación es un comprador moderno, que probablemente irá una o dos veces a la tienda, pero que más tarde preferirá hacer sus comprar a través de la web.
Por otro lado, esperan desarrollar marcas blancas en diferentes categorías, como se le llama a la línea de productos que llevan la misma marca que el nombre del local. Pero, por el momento, sienten que sus proveedores tienen espacio para seguir creciendo y hacerse conocidos a través de ellos.
Aunque reconocen que el peso del apellido es un tema con el que deben cargar, en términos de expectativas, sí buscan aprovechar aquello que hizo de Wong una lovemark: calidad en el servicio centrada en el cliente.
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