El sentimiento empresarial de Japón alcanza su nivel más alto desde 2018: encuesta de Tankan
Las fuertes exportaciones ayudan a la nación a superar los desafíos interno
La demanda externa de automóviles y maquinaria impulsa las exportaciones de Japón.
TOKIO - El sentimiento empresarial entre los grandes fabricantes de Japón ha mejorado al nivel más alto desde 2018, según mostró el jueves la última encuesta Tankan del Banco de Japón.
La mejora refleja una fuerte demanda externa, ya que las economías de EE. UU. Y China continúan recuperándose de manera constante, impulsando la demanda de automóviles y maquinaria japoneses.
El índice general de difusión del sentimiento entre los grandes fabricantes llegó a más 14 en junio, en comparación con más 5 en marzo, lo que marca un cuarto trimestre consecutivo de mejora.
El DI se obtiene restando el porcentaje de empresas que consideran que las condiciones comerciales son malas de las que son optimistas. Los analistas siguen de cerca el DI de los grandes fabricantes en busca de una pista sobre la dirección de la economía.
La última encuesta de Tankan, realizada durante el último mes, cubre unas 9.500 empresas de diversos tamaños e industrias en Japón.
Los economistas habían pronosticado que el índice aumentaría a más 15, según una encuesta realizada por QUICK, una empresa del grupo Nikkei. El índice se ha recuperado después de caer a menos 34 el año pasado, la peor lectura desde la crisis financiera mundial de 2009.
De cara al futuro, la DI de los grandes fabricantes para los próximos tres meses se proyecta en más 13.
Para los grandes no fabricantes, el DI de junio llegó a más 1, en comparación con menos 1 para marzo. Los economistas habían predicho una lectura de más 3.
La DI de no fabricantes para los próximos tres meses se proyecta en más 3.
Si bien Japón se está beneficiando de exportaciones saludables, la economía se ha enfrentado a desafíos a nivel nacional. Un incendio en el principal fabricante de semiconductores del país, Renesas Electronics, en marzo provocó una grave escasez de chips, lo que obligó a los fabricantes de automóviles y otros fabricantes a reducir la producción. La producción normal se restableció el 24 de junio, pero dado que se necesita más de un mes para producir chips desde cero, no se espera que los envíos reales vuelvan a la normalidad hasta la segunda quincena de julio.
Mientras tanto, Japón continúa lidiando con la pandemia de coronavirus, con un estado de emergencia impuesto en Tokio, Osaka y otras regiones importantes entre el 25 de abril y el 20 de junio, lo que resultó en una reducción de la actividad económica en ese período.
Se espera que la actividad económica nacional mejore en la segunda mitad del año, ya que la campaña de vacunación COVID ha avanzado y se espera que disminuya la escasez de semiconductores, dicen los economistas.
Pero el BOJ no se arriesga y mantiene una política monetaria ultrafácil para ayudar a las empresas a adaptarse a "una nueva normalidad": un rápido cambio hacia la digitalización y la energía limpia.
En la última reunión de política monetaria celebrada del 17 al 18 de junio, el BOJ dijo que extendería sus programas de emergencia para canalizar fondos a las empresas por seis meses hasta fines de marzo, y que introduciría un nuevo programa destinado a apoyar inversiones en tecnología limpia.
Nikkei Asia
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