Kenichi Ohmae, considerado como el gurú japonés de la estrategia, es presidente de las oficinas de Mc Kinsey & Company en Japón.
La cual es una firma internacional de consultores que apoyan a diversas compañías multinacionales para establecer sus estrategias de competencia.
Además es autor de más de 170 libros la mayoría de ellos tratan de negocios, aportando anállisis socio-políticos.
En el libro "La Mente del Estratega", se enfoca ¿cómo realizar planes estratégicos para crear "auténticas ventajas competitivas"?
El dice que debido al éxito en los negocios de las empresas japonesas, muchos empresarios están interesados en conocer más sobre las estrategias japonesas en los negocios.
Y como consultor de empresas japonesas se ha percatado que el éxito de éstas es el resultado de "grandes estrategias", que no tienen procesos complicados de planeación, sino que nacen del estratega como un talento natural.
Tanto en Japón como en Occidente, los estrategas naturales están siendo reemplazados por planificadores estratégicos y financieros, racionales y metódicos, por lo que no se encuentran organizadas para enfrentar las innovaciones.
Ya que los estrategas de ésta índole están más concentrados en hacer mejor lo que ya se está haciendo, mejorar volúmenes, producción etc, es decir "preparados para trabajar dentro del sistema", en cambio la "mente del estratega natural" es "creativo e intuitivo" más que racional.
Al igual que en Occidente, en las grandes empresas japonesas también se inhibía el desarrollo de estrategias innovadoras debido a que las promociones se basan en la antiguedad, por esa razón, nadie llega a un puesto de primer nivel ejecutivo antes de estar cerca de los 55 años.
Y los directores, ejecutivos típicos tienen más de 60 años de edad, por lo que los jóvenes con inventiva no pueden contribuír en la estrategias de la corporación, por lo que existe gran posibilidad de que ocurra un estancamiento estratégico.
Debido a ésto Ohmae propuso dentro de la corporación la formación de un grupo de jóvenes samurai que deberían jugar un doble papel: por un lado, actuarían como auténticos estrategas dando rienda suelta a sus ideas audaces e innovadoras, y por otro lado servirían como analistas a un nivel ejecutivo, probando, dirigiendo y asignando prioridades a las ideas, y proporcionando asistencia de alto nivel a los gerentes de línea, durante la implantación de las estrategias aprobadas.
Varias empresas japonesas han adoptado este concepto samurai con gran éxito.
Entonces, ¿es posible reproducir la "mente del estratega" en personas que carecen de talento táctico innato?.
La respuesta es sí, ya que mediante conceptos y enfoques específicos se puede reproducir la mente del estratega en personas que carecen de talento táctico innato.
Kenichi Ohmae indica que justamente ése es el propósito de su libro proporcionar una serie de indicaciones que le pueden ayudar a desarrollar su capacidad y el hábito del pensamiento estratégico y resolver el estancamiento estratégico de cualquier organización.
Por ello recomiendo la lectura de "La Mente del Estratega" de Ohmae, para que desarrolle su "mente" y su "enfoque".
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